jueves, 17 de septiembre de 2015

Pídeme...

El conocimiento me ha enredado,
las pasiones me han lastimado
y los deseos mi corazón piedra
han hecho.
Pero tú señor me haz consolado,
me haz quebrantado.
Padre, ¡me haz hecho libre!
Libre de mi mismo.
Pídeme lo que quieras,
ya no busques más que aquí
mi corazón dispuesto está.
En ti mi caminar pongo,
mi mira, mi vida.
Pídeme que me niegue,
y dame por olvidado.
Pídeme que cierre los ojos,
y sin miedo a tropezar yo caminaré.
Pídeme que deje a la mujer amada,
y rastro de desamor no habrá en mi.
Pídeme que te siga,
y a mi vida deserto.
Pídeme como al niño que un día
se entrego  a ti renunciando al temor.
Pídeme como al adulto que un día
se entrego a ti renunciando al intelecto.
Pídeme como al hombre que un día
se entrego a ti renunciando a seguir
siendo hombre.
Pídeme,
pídeme lo que sea.
Pídeme a mi.
Y lo dejo todo.
Pero pídeme.

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