viernes, 16 de septiembre de 2016

Obertura I

Si has recordado el beso
del amado,
vete,
si es amado tuyo es mío.
Si solo ha blasfemado
el labio contra el otro que
cede hacia el momento;
entonces no besa…
clava su ajuga en la ceniza,
cocha la piel contra la carne
inerte,
se destila de la llaga el veneno
que embriaga, apasiona y
no ama.
Pero si ha engendrado,
un retoño,
que con los días brota con mi
nombre y mi voz y
se nutre de ti y del
tiempo que no arruga en la mejilla
su vástago…
Ven,
no a mi,
a nosotros.
Que uno solo se arrepiente cuando
cree que ama a destiempo,
que llegó antes,
o después,

o nunca..