Si has
recordado el beso
del
amado,
vete,
si es
amado tuyo es mío.
Si solo
ha blasfemado
el
labio contra el otro que
cede
hacia el momento;
entonces
no besa…
clava
su ajuga en la ceniza,
cocha
la piel contra la carne
inerte,
se
destila de la llaga el veneno
que
embriaga, apasiona y
no ama.
Pero si
ha engendrado,
un
retoño,
que con
los días brota con mi
nombre
y mi voz y
se
nutre de ti y del
tiempo
que no arruga en la mejilla
su vástago…
Ven,
no a
mi,
a
nosotros.
Que uno
solo se arrepiente cuando
cree que
ama a destiempo,
que llegó
antes,
o después,
o
nunca..