lunes, 25 de septiembre de 2017

De lo que soy y lo que queda...

De lo que soy y lo que queda,
hoy se bifurca
un limbo entre la vejez
encontrado volumen de melancolía
y la conciencia de haber vivido
-muy bien vivido.
Crece la arena que me encuentra
para después cubrirme
y comprendo el conflicto
en el algoritmo lingüístico
donde se ponen puntos
y se dejan de contar tildes.
Levantaré también,
una piedra muy dura
con grietas para tallar
mi nombre,
profundo,
oído de la métrica
que hoy me cubre la carne
y olvida lúgubres
mis memorias;
un último pájaro
y polvo
acumulados.
Estoy, por otra parte,
sabido de mi posición
y en no dejar consejos,
ni provocarle a mi cuerpo
la herbolaria de los morteros.
Hoy,
dejo mis leguas repartidas
hasta donde alcance mi picotazo,
de lo que inicie
y
(que con tristeza
pero ternura)
no voy a terminar...

jueves, 14 de septiembre de 2017

Calcada...

Mujer,
te has llenado de juramentos
y plantas vacías
dónde no encontrarás el calor
ni sabor
que te gustan.
Has llenado tu territorio
de infantes y nichos;
para excusar
y zumbar en sombras
la dilatación del silencio
y su obligado volumen.
Mujer,
no encuentro en ti
las manos que vengan
a salvar nada,
ni ficciones,
ni trayectoria en algún firmamento
de nuestra expectativa aromada
y triste.
Inhabitada,
no hay en ti menor advertencia,
sutil ceniza,
espacio, ni garganta, ni carne.
No encuentro en ti
la menor ofensa,
ni los años con que tu frente
me prometia ser tu hijo
y tu mi hermana.
Mujer
madre
o cuerpo desnudo;
yo ya dejé de ser tu amante...

domingo, 3 de septiembre de 2017

Memoria...

Como torre amurallada 
se levantará mi cuerpo frente al tuyo, 
una memoria en los nervios habrá 
de proteger la impenetrable 
transparencia de mi cólera 
y tu faz de mirada olvidándome. 
Puedo recorrer también, 
un sendero de tu cuerpo extrañando 
mis mínimos instantes, 
una trayectoria que se repetirá 
hasta que un disparo de melancolía
se pase por tus labios 
y también memoricé los míos, 
o tu garganta se expanda 
por la sepia de mi nombre. 
Yo proyectaré tu espalda 
con mis plantas en la tierra, 
un desliz en la ceniza 
y mi frente tocando un resplandor 
de tu luz cerrando un aplauso 
entre tus palmas 
y mi último acto. 
No te desarrollarás por mi piel 
hasta que termine de caer 
el milagro del cristal en mi muerte, 
que no te roerá por la noche, 
pero despertará en tu cama
y su ruído cansado te acabará 
la sonrisa y las mejillas, 
como un descanso 
de mi calor merecido. 
Alabando tu geografía, 
tal vez también te pida un excusa
-mi silencio, 
un calcar de figuras que conforman 
unos íris marrones 
y el lunar de tu barbilla...  
No te esperaré en mi búsqueda, 
tan normal, 
presentiré 
como tomar tu tu ausencia 
en la medida de no tenerte 
o extrañarte en mi humanidad 
de no haberte perdido, 
ni haberte tomado
cuando mi mis brazos 
lograron ser, 
del mismo modo, 
la piedra que trozó 
los tuyos... 


sábado, 17 de diciembre de 2016

En la esquina del tiempo...

Preferiría cerrar los puños 
sin necesitar mirarte 
bajo la escarcha entintada
de las 4:47,
atraparte en los párpados 
que se negarán a retenerte 
bajo su velo, 
no acostumbrarme a la 
nobleza de nuestras palmas 
mordiéndose insaciables, 
al sigilo de las palabras mordaces 
y a la cabeza del reloj burlándose 
sobre nuestras espaldas. 
Preferiría que la realidad 
no tocara la puerta en la mañana 
del domingo, 
que la carne no se eche a perder
al terminar diciembre...
no encontrarle mal augurio 
a nuestras ropas en el suelo, 
ni pretender que se me esconderá 
la cólera cuando voltees a sonreírte en 
el espejo, 
sin encontrarle recuadros al tratar de 
reconstruir los meses. 
Preferiría que a la pluma 
se le acabaran las constantes reflexiones 
sobre el dios que presume haberse
creado sin permiso, 
comerme el trigo que vayan dejando 
tus pies en el recorrido por mi apartamento, 
no cargar con interrumpir la rutina 
de tus brazos al roerme las caderas, 
ni el gusto adquirido de bajar las 
uñas hasta los tobillos que prometen 
no dejar de frecuentar mis pantorrillas.
Preferiría que al risueño aleteo de la casualidad, 
se le escaparan nuestros rostros, 
Y al deseo, 
se le olvidara como regresar 
a su patria. 



miércoles, 30 de noviembre de 2016

Sin decir más...

No espero a encontrarme frente a mí,
contando como se paralizan las inevitables
coyunturas de un hombre sedentario,
al susurrarme el silencio,
tu presencia.
No rezaré a una falsa simbiosis
entre mis párpados,
y el sutil destello de sus iris
estremeciendo al atañer las mías.
No blasfemaré con sentirme reconstruido
al mirarte caminar despreocupada,
rozando átomos estallando
entre nuestras manos de incontenible
tacto.
No abusaré de la sonrisa acompañando
cada retoño al brincotear tus mejillas,
dando excusas de sentirme inhabitado
al murmurar las cuadriculas
de un calendario vestido de inerme:
-Que me hace bien,
 saber que existes...


sábado, 22 de octubre de 2016

En el café de la esquina...

Fue en el café de la esquina;
tú te frotabas la cara y yo
el vicio de encontrarte
los labios en el rostro.
Memorizabas del menú las bebidas
para no mirarle de nuevo antes de
ordenar,
y yo miraba el invierno de la puerta
esquivando el otoño
que guardabas bajo tu falda.
Fue en el café de la esquina,
donde una vez trace cartografía
de tus palmas,
le encontramos penínsulas
a nuestras manos juntas
y el atajo a
mi apartamento.
Hoy; el rededor de un abismo.
Fue en el café de la esquina:
-Dos espresso medianos,
una charola sin propina,  
y mis pies retornando
a recoger de mi repertorio
los cabellos que me dejaste
acomodados sobre
la guitarra…



viernes, 16 de septiembre de 2016

Obertura I

Si has recordado el beso
del amado,
vete,
si es amado tuyo es mío.
Si solo ha blasfemado
el labio contra el otro que
cede hacia el momento;
entonces no besa…
clava su ajuga en la ceniza,
cocha la piel contra la carne
inerte,
se destila de la llaga el veneno
que embriaga, apasiona y
no ama.
Pero si ha engendrado,
un retoño,
que con los días brota con mi
nombre y mi voz y
se nutre de ti y del
tiempo que no arruga en la mejilla
su vástago…
Ven,
no a mi,
a nosotros.
Que uno solo se arrepiente cuando
cree que ama a destiempo,
que llegó antes,
o después,

o nunca..