domingo, 27 de septiembre de 2015

Llegará...

Tal cual el feroz mar que se
desata en tus ojos cuando
me miras,
tal cual los versos que mis labios
destilan lejos de tu oído,
a centímetros de amarte
condenándonos al deseo que nos une.
Tardía es la noche que embarga
nuestros corazones desatados,
como trotamundos vagamos en esta
calma efímera,
que viene y va y se esfuma
y se esconde y no esta quieta,
cada que nos encontramos y luego
decides perderte en una oscura
pesadumbre que hace tristes
mis insomnios.

Cada que te beso, y el anís en mi garganta,
en la tuya, en nuestras bocas; se evapora
y deja una amarga soledad,
mi cuerpo pierde vida y mi corazón
latidos.
Pero llegará el día en que tu pecho
se entreteja con el mío sin temor a separarse,
llegará inesperado y sin tregua,
consumiéndonos a ambos,
aprehendiendo tu espíritu a mi alma,
tu piel a mi carne,
tu voz a mis gritos,
tu amor a mis pasiones,
tu vida a mi tumba.   
Ya llegará; Tarde, a tiempo, temprano.
Pero llegará.
La noche que no necesite, que no debas,
que no tengamos que pedir permiso a nadie.
(Ni al hombre, ni a la ley, ni al credo;
ni a nosotros mismos)
para amarnos sin medida,
y entregarnos hasta la sombra
de nuestros nombres…

martes, 22 de septiembre de 2015

Me dueles patria...

Desde mis entrañas;
Me dueles México.
Me duele verte desnudo,
indefenso, mudo y callando
a trueno de pólvora el
ensordecedor ruego de tu gente.
Me duele ver sangrar tu
velo,
me duele quedarme sereno
mientras contemplo a tus
águilas devorando gusanos
en vez de serpientes,
me consume el cinismo de
permanecer inmóvil,
mientras miro a tus beneméritos
patrios vomitar en tus iglesias,
y a tus covardes generales
mofarse del casi extinto llanto de tu
gente que ruega la misericordia de
un dios que les ha dado la espalda,
de una cruz que se ha clavado en
sus pechos,
de un Iscariote que sentado en el trono
de Cristo repartiendo mentiras, les ha
cerrando las puertas a la casa de Dios.
Me dueles México,
me duelen tus lúgubres calles manchadas
de codicia,
me duelen tus inocentes indios pasando
hambre,
me duelen tus majestuosos monumentos
bautizados por esclavos.
Me duele, que justo ahora que la justicia
y la verdad valen menos, inmensamente
menos que el estiércol de los cerdos;
Nadie pierda la cordura, y encienda la
llama de libertad que tan apagada esta
en el seno de tu patria.
Me dueles patria,
Me dueles México...

lunes, 21 de septiembre de 2015

Cabellos en la almohada...

Amor mío,
antes de comenzar pido disculpas
pues me encuentro algo oxidado
en las letras,
no por falta de inspiración sino
de tiempo.
Quiero comenzar por decirte que
te amo.
Que me encanta decirlo,
 y que anhelo gritarlo hasta
 que agote todas las fuerzas de
cada fibra en mi ser…

Ahora, continuaré no solo llamándote
“amor mío”, sino como lo que eres:
mi mejor amiga, mi compañera,
mi colega, mi cómplice;
mi niña consentida, mi insomnio,
mi capricho.  
Y no solo mía, sino en
una pertenencia reciproca. 
Decidiendo quedarnos por
mera convicción.
En fin, mi amor entero.

Quiero pedirte una cosa.
Desde lo más profundo de tus
entrañas, con un grito perenne y
casi inaudible.
Dime que me amas…
y repítelo así cada noche,
cada mañana, cada atardecer;
cada día, cada mes, cada año;
cada vida.
Hasta que se haga el hábito más hermoso
el amarnos y, que en vez de ser monótono,
encontremos una forma nueva de
extasiarnos el uno al otro.
Así, hasta que Dios sea quien dé el
susurro final. 

Para concluir, deseo comenzar
a vivir siendo uno contigo,
¡ser un equipo!
Que cuentes conmigo,
no solo hasta donde alcancen tus dedos,
sino hasta donde se extiendan tus alas.
Es decir, no como un finito,
ni como una sumatoria.
Sino como un universo que se
expande interminablemente
hasta sobrepasar cualquier
frontera,
recordando con cada uno de los  
cabellos que dejas en mi almoahada,
y cada sonrisa que se escapa
de mi rostro por tu existencia.
Que tú eres mi antes y después,
la encarnación perfecta de pasado, futuro
y presente.
Mi primer y último beso,
mi primer y última caricia,
mi primer y último te amo,
mi primer y última musa,
mi primer y último todo.

Sin ti, un Antes no sucedió, 
y un Después no puede ser posible.
Antes de ti, era otro,
y ese otro ya no existe.
Eres el amor, 
el único.
Mi amada, mi princesa, mía.
A quien he amado. Y amaré.
Como un niño en la fidelidad,
como un adolescente en el romance,  
como un adulto en el compromiso,  
como un anciano en lo maduro,
como un amante en el deseo.
Porque así lo he decidido yo.
Porque así me decido entregar a ti…




jueves, 17 de septiembre de 2015

Pídeme...

El conocimiento me ha enredado,
las pasiones me han lastimado
y los deseos mi corazón piedra
han hecho.
Pero tú señor me haz consolado,
me haz quebrantado.
Padre, ¡me haz hecho libre!
Libre de mi mismo.
Pídeme lo que quieras,
ya no busques más que aquí
mi corazón dispuesto está.
En ti mi caminar pongo,
mi mira, mi vida.
Pídeme que me niegue,
y dame por olvidado.
Pídeme que cierre los ojos,
y sin miedo a tropezar yo caminaré.
Pídeme que deje a la mujer amada,
y rastro de desamor no habrá en mi.
Pídeme que te siga,
y a mi vida deserto.
Pídeme como al niño que un día
se entrego  a ti renunciando al temor.
Pídeme como al adulto que un día
se entrego a ti renunciando al intelecto.
Pídeme como al hombre que un día
se entrego a ti renunciando a seguir
siendo hombre.
Pídeme,
pídeme lo que sea.
Pídeme a mi.
Y lo dejo todo.
Pero pídeme.

miércoles, 9 de septiembre de 2015

Taza de café...

Suave aroma extasiándome
cada que te introduces en
mi boca.
Tenue vibrar que se expande
entrelazando mis dedos al
contacto con tu porcelana
caliente.
Vivo, cada que tu vapor se
impregna en mi rostro.
Existo, cada que pienso y,
especificamente, cada que
te pienso a ti siendo líquido
recorriendo mi cuerpo.
Te bebo. Y me seduces.
Me entrego.
Y tú me bebes a mi...