martes, 28 de abril de 2015

Cartas a mi...

Carta I:

Mi estimado tú, mi estimado yo. Hace ya muchas letras que hemos dejado de lado el conversar. Hoy te escribo no solo porque te extrañe, siendo sincero; me preocupas. Comprendo que últimamente las sonrisas no sean lo más habitual, tú sabes, yo sé, ambos sabemos; nos han lastimado demasiado. Nos han usado como juguetes, nos han utilizado como objetos de los cuales es fácil burlarse, día tras día, persona tras persona, nos han arrebatado un trozo de nuestra alma; risas, lágrimas, caricias, golpes... 
pero tranquilo, recuerda lo que dice la maestra Pili, "volverás a reír, esta no es mas que una lección de la maestra Vida". 
Está de más recalcarlo, y no deseo abrir heridas pasadas, pero basta con ser un poco racional para darte cuenta, que es necesario dejar de confiar en tantas personas, por más especiales que sean en nuestra vida, es hora de dejarlas partir, es hora de reencontrarnos nosotros. ¿Por qué seguir compartiendo secretos a quien los usa como diversión pública?, ¿Por qué seguir mendigando amor a quien simplemente no te aprecia?, ¿Por qué continuar con demasiadas esperanzas en las personas, si son humanos tal como nosotros?, y ambos sabemos cuanto hemos fallado. ¿Por qué no dejar de jugar a vivir?, ¿Y por qué no comenzar a disfrutar de nosotros?, de nuestras cualidades y virtudes, darnos cuenta de lo que se nos ha entregado; comenzar a vivir bien, y de verdad. 
Estamos juntos en esto, solo nosotros sabemos cuanto nos ha costado llegar aquí, las luchas, el dolor, el sufrimiento. Cada experiencia nos ha marcado y ha formado en nosotros un carácter. No es malo tropezar, encariñarse con la piedra, si. 
Pero no importa, te volverás a levantar, volverás a reír... volveremos a vivir. 
Cuídate mucho, cuidamos mucho. 

Atentamente: Eduardo 

domingo, 26 de abril de 2015

Devuélveme mi poesía...

Devuélveme mi poesía.
cada tilde y cada coma,
cada letra, frase y verso.
La tinta, el llanto de mis
manos.
¡Devuélveme mi poesía!
las noches de insomnio,
las tardes de sonrisas,
los días de llanto.
¡Devuélveme mi poesía!
Después podrás marcharte
con el idiota que gustes.
Burlarte y tirar al olvido
el cariño que tenemos,
tuvimos, o en su caso,
tuve...
Pero antes devuélveme
mi poesía, que sin ella,
no me queda nada más...

miércoles, 22 de abril de 2015

Rechazo...

Le pedí al reloj que se detuviera,
que dejara de correr despavorido
y se quedara conmigo.
Pero no me escuchó...
Le pedí a la luna que no despertara, 
que fuera eterna y no me obligara 
a despedirme de mis sueños. 
Pero ni siquiera me miró... 
Le pedí a Neruda, a Sabines, 
a Nervo, a Bokowski, a Becker
a Quevedo... 
Que aquellos ojos verdes, 
que aquel amor eterno, 
que aquella rosa por la que tanto 
tiempo esperé en las praderas; 
fuera real... 
Pero tal parece no hablo su idioma. 
Le pedí a Kafka, a Quiroga, a Rulfo, 
a Cortázar, a Márquez, a Victor Hugo, 
a Benedetti, a Verne... 
Que aquellos mundos, sueños, relatos 
magistrales; realmente existieran. 
Pero tan solo guardaron silencio. 
Y ahora los entiendo, pido demasiado. 
Lo comprendí cuando te pedí que
respondieras si realmente me querías... 
Y tú, sin siquiera mirarme, 
tan solo te limitaste a marcharte... 

miércoles, 15 de abril de 2015

De espinas y rosas....

Compañera, mis manos te extrañan,
la tinta, la pluma, el papel, las letras,
todo lo que conforma mi ser, cuerpo
y poesía te anhelan.
Te has convertido en el hábito más
espontáneo de todos,
la única necesidad de la que no me
canso,
la más hermosa rutina que jamás tuve...
Yo era un alma libre, vivía solariego
en un mundo de letras y música, música
y un extraño pacto entre mi cerebro
y corazón que me impedía amar.
Yo esperé, de mis jardines arranqué la
hierba mala y planté todo tipo de flores,
unas casi marchitas, otras de inefable
belleza con colores exóticos y aromas
hechizantes, pero de asombro a ninguna
correspondí; tras una larga espera, que
mutaba de desasosiego a ilusión, de entre
los retoños más tiernos nació una rosa,
a la cual tomé desde el tallo y entre mis
dedos sus espinas encontraron  hogar;
sus cicatrices adopté, me vestí
con su aroma y a ella me consagré.
Amada mía, rosa mía,
tu llanto, es mi llanto,
tu dolor, es mi dolor,
tu pena, ahora tatuada en mi alma esta,
las marcas de los hombres en tu corazón
crecen en mi piel,
las cicatrices que en tus ojos miro, son el
terreno perfecto donde se cosecha tu llanto,
pero no importa, yo conozco la cura,
¡arranca el desamor desde su raíz!,
deja sanar la tierra,
siembra nuevos frutos,
y vuelve a amar...
Princesa mía,
tu llanto, es mi llanto,
tu dolor, es mi dolor,
tus cicatrices, son mis cicatrices.
Y sin importar el sufrimiento,
la pena, o el desasosiego,
recuerda, que mi corazón, ahora
también es el tuyo....

lunes, 6 de abril de 2015

Monotonía...

Otra vez el mismo sol,
otra vez la misma luna
que me mira insondable,
muda, inmóvil.
A través del mismo espejo,
mirando el unico reflejo que
me queda, el único que miro
desde hace 17 años,
los lóbulos frontales de
mi cerebro dan paso a los
recuerdos mellizos que
surgen en su ciclo
luciferino, sin fin ni muerte;
de nuevo el llanto,
de nuevo lo mismo...
Y canta la misma ave,
y el gorrión duerme,
Y grita la misma garganta,
y el lúgubre suspiro nace
otra vez.
Y muero, de nuevo,
Y resucito, otra vez,
Y duermo,
Y vivo,
Y camino,
Y sueño,
Y....
y otra vez lo mismo...