sábado, 17 de diciembre de 2016

En la esquina del tiempo...

Preferiría cerrar los puños 
sin necesitar mirarte 
bajo la escarcha entintada
de las 4:47,
atraparte en los párpados 
que se negarán a retenerte 
bajo su velo, 
no acostumbrarme a la 
nobleza de nuestras palmas 
mordiéndose insaciables, 
al sigilo de las palabras mordaces 
y a la cabeza del reloj burlándose 
sobre nuestras espaldas. 
Preferiría que la realidad 
no tocara la puerta en la mañana 
del domingo, 
que la carne no se eche a perder
al terminar diciembre...
no encontrarle mal augurio 
a nuestras ropas en el suelo, 
ni pretender que se me esconderá 
la cólera cuando voltees a sonreírte en 
el espejo, 
sin encontrarle recuadros al tratar de 
reconstruir los meses. 
Preferiría que a la pluma 
se le acabaran las constantes reflexiones 
sobre el dios que presume haberse
creado sin permiso, 
comerme el trigo que vayan dejando 
tus pies en el recorrido por mi apartamento, 
no cargar con interrumpir la rutina 
de tus brazos al roerme las caderas, 
ni el gusto adquirido de bajar las 
uñas hasta los tobillos que prometen 
no dejar de frecuentar mis pantorrillas.
Preferiría que al risueño aleteo de la casualidad, 
se le escaparan nuestros rostros, 
Y al deseo, 
se le olvidara como regresar 
a su patria.