domingo, 26 de junio de 2016

¿Qué más hay en ti mujer?

Si sonríes,
si caminas.
¿Qué más hay en ti mujer?
He extrañado sentir virgen mi pulso
al escribirte,
he mirado la ceniza de los días
formar finos espectros tuyos.
¿Qué más hay en ti mujer?
Si entre la gente
dispersas mis pupilas te buscan.
¿Qué más hay en ti mujer?
Que si la tierra gira lenta
a nuestras vidas,
o rápido.
Que si el universo conspira,
o si la noche se fragmenta
en dudas.
¿Qué más hay en ti mujer?
Si ya te quiero,
si ya tiento a quebrar mi voz
queriéndote.
¡Qué más hay en ti mujer!
No me culpes,
no me cuestiones.
No te culpes,
ni te cuestiones
si la casualidad formó cada
movimiento de tu rostro
a como anhelo besar
cada movimiento de
tus párpados, mejillas,
labios...
No abatas,
no cuestiones.
No me abatas,
ni me cuestiones al no ceder
este capricho mío que eres tú.
Tan viva,
tan no capricho.
¿Qué más hay en ti mujer?

sábado, 25 de junio de 2016

Hay vida...

Ha sido de lo mejor estos días.
(me ha ido de la chingada)
He bebido hasta sentir una
patada en el hígado,
he fumado cientos de cigarrillos
y estos pulmones aún dan,
mierda no les faltan tornillos
ni se sofocan al maldecir.
Me paseo por parques,
sin llorar,
y hasta miré una película en
el cine,
¡y qué alivio pagar una sola
entrada!,
pedir palomitas medianas en
vez de grandes
y después,
beber un café sin
hacer preguntas como:
¿Qué te gusta hacer?,
¿qué opinas del sexo?
o ¿qué esperas de la vida?,
mierda nunca me ha importado
que esperan los demás de la vida,
hay parques,
cine,
cigarrillos,
alcohol;
no todo es querer echar un polvo
con alguien...
Yo quiero a alguien
para echar un polvo,
para blasfemar
o enojarse.
Que no le moleste pagar de vez
en cuando la cuenta
y que no se haga la interesante
cada que hablo de alguna
pendejada política.
Sentirme infinito,
con o
sin ella,
porqué carajo
ya estamos aquí.
Yo quiero estarlo.
Puta madre,
¡aún quiero estar aquí!