jueves, 26 de febrero de 2015

A mi compañera...

Compañera mía,
bien ha de saber; desde
que la vi por primera vez
mis dedos solo funcionan
para una cosa, escribirle
a usted.
Usted sabe, y me hago
al afán de recordárselo,
que si la luna destella
insondable al borboteo
celestial de la noche,
o si el inmenso mar
baila manso al compás
de la marea suave, un
único recuerdo llega a
mi mente,
usted.
Como usted bien sabrá,
he decidido dejar de ser
"terrícola"; que me perdone
la Tierra, pero mi hogar lo
encuentro solamente en sus
labios, sus ojos, su piel,
en usted.
Amada mía,
compañera,
tengo el corazón congelado
tendido entre los dedos,
y poco a poco, a cada verso
se derrite por hacerle saber
cuanto amor le tengo,
Pero, y aquí viene la razón de
estos versos,
como me encantaría saber lo
que usted siente por mi; y es que
las miradas, los roces, los diálogos
encriptados en el latir de los
corazones ya no son suficientes,
no obstante no me mal entienda,
amo amarla,
a usted.
Si fuese el caso,
si cada mañana encuentra
como un dulce beso mi amor,
y un retoño tierno crece en sus
mejillas al corresponder
este sentir,
Hágamelo saber,
no intente olvidarme,
si lo hace,
en el preciso instante en que
el deseo crezca en su corazón,
no se moleste en hacérmelo llegar,
pues yo ya la habré olvidado,
Pero no se apure amada mía,
pues si su amor es sincero
solo venga a mis brazos y
conjuguemos juntos nuestros
nombres para bautizar este
sentimiento:
Amor eterno...

martes, 24 de febrero de 2015

Las ovejas del Don.

-Buenas noches y dormir, es lo que siempre nos dice el gran Don, "buenas noches y a dormir", después no hay más por hacer, las luces apagadas, el silencio voraz, -Buenas noches y adormir; duermo.

El Don es bueno, nos da de beber y en ocasiones cuando nos portamos bien nos deja salir a las praderas a comer un poco, y otras tantas, cuando nos portamos demasiado bien nos rasca la panza o nos canta un poco, y todos amamos escuchar al Don, bueno no todos, pero si no lo hacemos alguien desaparece repentinamente, por eso yo siempre soy buena, porque así el Don es amable conmigo, y si yo soy buena con él no hay de que preocuparme, tengo comida, agua, y de vez en cuando después de tomar un siesta me pongo a vagar por el campo, y soy libre, libre mientras el Don esté conmigo. No mentiré, como me encantaría pasear sola, sin el Don, sin el corral invisible que parece seguirme por doquier; pasear sin ellas, mis otras yo, siempre hacemos todo juntas, comemos, vagamos, el Don nos rasca la panza, el Don nos canta y "-Buenas noches y a dormir", y dormimos todas. Pero ya no importa, porque por más que quiera ir a pastos más verdes no veo cual sea la urgencia, estoy bien aquí, con el Don.

Hoy fue un día especial, el Don nos cantó más de lo normal, nos rascó la panza más de lo habitual, y nos llevó a pastos más verdes. De pronto, me aparta de todas, por alguna razón ya no soy igual a ellas. Es extraño, ahora todo esta oscuro, pero ¿Por qué no ha dicho "-Buenas noches y a dormir"?, y además no tengo sueño, no me he portado mal, ¡de seguro hoy me dejará libre!, debe ser porque he sido muy buena con él, y ya ha llegado, el Don, con algo grande en la mano...
-Buenas noches, hasta nunca...

domingo, 15 de febrero de 2015

Poesìa

Mudo yo pregunto,
con las manos hechas nudo,
con los labios enredados,
con las pupilas hechas nubes.
-¿Quièn eres tù?
Y ella, de manos irsutas,
de labios hechos tinta,
de pupilas oblicuas y dilatadas.
Contestò:
Poesìa soy yo,
poesìa eres tù.  

sábado, 14 de febrero de 2015

Me perdì...

Me perdì en los ojos,
me perdì en tus ojos,
en el reflejo de tu alma
destilando su esencia.
Me perdì en tus labios,
petalos rosados, dulces,
tiernos, virgenes, adictivos...
Me perdì en tu cuerpo,
en sus desiertos de arena dorada,
en sus valles de pan, en sus
selvas blancas asechado por
las gotas punzantes de lluvia
que se clavan en la cruz de
mi Mesìas.
Me perdì en las miradas,
desterrando la razòn de la realidad,
lo fisico de lo abstracto.
Me perdì tanto en ti,
que no solo te sentì cerca,
me olvide de donde terminaba yo,
a donde comenzabas tù...

domingo, 1 de febrero de 2015

Veredicto...

Después de tantas discusiones
dentro de mi alma y mente
me siento en la indiscutible
necesidad de dar a conocer el
veredicto final.
Me complace anunciar que lo
he hecho a tiempo, pues el sol
dentro de mi estaba por consumir
en su totalidad mis entrañas.
He llegado a dos conclusiones,
La primera es:
Que te amo, toda tú, tal cual tu sombra
y tu reflejo.
Y la segunda es:
Que te amo, y que amo hacerlo.
¿Cuál es la diferencia?
Que una es un sentimiento,
y la otra, una decisión.        

Por esos labios rojos...

Por esos labios rojos yo moriría,
Por esos labios rojos me despojaría
desde el alma.
Por esos labios rojos, tan dulces,
dejaría a un lado el miedo,
me olvidaría por completo de
las penas pasadas; amaría sin
miedo a amar.
Por esos labios rojos que destilan
el aroma de las rosas más tiernas,
Por esos labios rojos con las que
me hecho uno provando su sabor
inocente.
Por esos labios rojos, por toda tú,
por toda tu esencia; es que he decidido
entregarme al amor.
Entregarme a ti...