domingo, 27 de septiembre de 2015

Llegará...

Tal cual el feroz mar que se
desata en tus ojos cuando
me miras,
tal cual los versos que mis labios
destilan lejos de tu oído,
a centímetros de amarte
condenándonos al deseo que nos une.
Tardía es la noche que embarga
nuestros corazones desatados,
como trotamundos vagamos en esta
calma efímera,
que viene y va y se esfuma
y se esconde y no esta quieta,
cada que nos encontramos y luego
decides perderte en una oscura
pesadumbre que hace tristes
mis insomnios.

Cada que te beso, y el anís en mi garganta,
en la tuya, en nuestras bocas; se evapora
y deja una amarga soledad,
mi cuerpo pierde vida y mi corazón
latidos.
Pero llegará el día en que tu pecho
se entreteja con el mío sin temor a separarse,
llegará inesperado y sin tregua,
consumiéndonos a ambos,
aprehendiendo tu espíritu a mi alma,
tu piel a mi carne,
tu voz a mis gritos,
tu amor a mis pasiones,
tu vida a mi tumba.   
Ya llegará; Tarde, a tiempo, temprano.
Pero llegará.
La noche que no necesite, que no debas,
que no tengamos que pedir permiso a nadie.
(Ni al hombre, ni a la ley, ni al credo;
ni a nosotros mismos)
para amarnos sin medida,
y entregarnos hasta la sombra
de nuestros nombres…

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